En varias ocasiones hay niños que no quieren hablar, sea por diferentes circunstancias, por experiencias que habrán vivido y que les impida hacerlo o por estados emocionales que tampoco les ayuda.

Existe una definición que a veces explica la causa por la que algunos niños, la mayoría pequeños, eligen no hablar delante de personas que no son familiares o delante de personas que no les provocan ningún tipo de confianza o de comodidad. Este término se define como mutismo selectivo donde los niños que no quieren hablar tienen una capacidad lingüística y comunicativa adecuada para su edad, pero limitan su comunicación oral a personas muy íntimas y a situaciones muy específicas. Es decir, que en estos niños las dificultades para comunicarse no se deben a trastornos del lenguaje ni a cualquier otro trastorno del desarrollo, sino que el mutismo es una estrategia aprendida para evitar situaciones en las que tienen que hablar y que les generan ansiedad. Esto suele pasar en ambientes como, el colegio, el parque, las cenas familiares, y etc.

Una vez que el mutismo selectivo aparezca, el trastorno se mantiene en el tiempo debido a que estos niños suelen tener un exceso de atención por parte de los adultos que les rodean, o los otros niños suelen retirarles completamente la atención, lo que provoca que se reduzcan las interacciones con iguales, agravando la situación de aislamiento social.

En todos casos, siempre se sugiere una evaluación psicológica y logopédica para que se inicie el plan terapéutico adecuado e individualizado y así los niños que sufren de este trastorno aprendan a usar las herramientas específicas y aprendan a adaptarse al entorno.

ESPAI TAU KIDS TEAM